Conocidos como ojos de pollo y ojos de gallo, los helomas interdigitales (este es su nombre correcto) resultan una auténtica limitación para muchas personas. Aunque pueden aparecer en cualquier espacio interdigital (entre medio de los dedos), es entre los dedos 4º y 5º donde aparece con mayor frecuencia.

Nuestro amigo Juan tiene 73 años, había estado en nuestra consulta muchos años atrás, pero por circunstancias de la vida llevaba una larga temporada sin acudir a visitarnos para que le atendiera su podólogo en Málaga y le quitara ese molesto callo que le salía entre medio de los dedos. Él decía que era su “ojo de pollo”.

"Ojo de gallo" o Heloma interdigital
Localización del «ojo de gallo» de Juan en el 4º espacio interdigital por contacto del 4º y 5º dedos.

Nada más recibirlo en nuestra consulta de podología en Málaga, y vista la desesperación con que nos hablaba de las molestias que tenía por culpa de ese ojo de gallo, puesto que comentaba que no le apetecía ni tan siquiera salir a caminar, le ofrecimos la opción quirúrgica como tratamiento definitivo para su problema, oferta que nuestro querido amigo consideró sin pensárselo dos veces.

A los pocos días nos trajo la radiografía para comprobar la disposición de los huesos y una analítica de sangre para asegurarnos de que todo iría bien en el quirófano. También le realizamos una valoración vascular mediante Doppler y todo salió perfecto.

Rx ojo de gallo
Radiografía donde apreciamos una excrecencia ósea en el 5º dedo que origina el ojo de gallo de al contactar con el 4º dedo.

En la radiografía podíamos apreciar cómo sobresalía lo que parecía un “pequeño cuerno” y que esa excrecencia, al chocar con el dedito justo al lado (4º dedo) hacía que salieran esos ojos de gallo que tantos quebraderos le habían dado a nuestro paciente.

Con sólo pincharle anestesia local, pudimos proceder a realizar una osteotripsia (este es el nombre correcto de la técnica utilizada en este caso) que consiste en mediante microcirugía (mal llamado operación por láser), introducir una fresa de un motor (como una lima que da vueltas) y limar todo el sobrante de hueso que producía el roce. Después se presiona el dedo para extraer los restos de esa “papilla ósea” y finalmente se le coloca un punto de sutura, aunque también puede ser adhesiva. Nuestro amigo Juan se marchó a su casa donde debía tomar la analgesia pautada para asegurarse que no iba a sentir dolor durante el posoperatorio.

Operación ojo de gallo
Operación para ojos de gallo

A las 48 horas de la intervención presentaba un aspecto estupendo, y Juan había empezado de dejar de tomar la medicación.

Cirugía "ojo de pollo"
Postoperatorio cirugía "ojos de pollo"

Primeras 48 h. posoperatorias tras cirugía de heloma interdigital.

Después le quitamos los puntos y nos contó que no había parado de caminar casi desde el primer día de la operación.

A medida que fueron pasando los días, el callo de Juan fue desapareciendo sólo, lo que nos indicaba que la intervención había sido un éxito.

Imagen postoperatoria de la operación de ojos de gallo.
Imagen posoperatoria donde observamos cómo va desapeciendo el callo de manera espontánea,

Finalmente le dimos el alta provisional, pendientes de que pueda surgir alguna complicación tardía y tengamos que volver a revisarlo.

Operación ojos de gallo
Observamos cómo después de eliminar la causa, el ojo de pollo desaparece de manera espontánea

A día de hoy. al cruzarnos con Juan por la calle en las proximidades de la clínica, siempre nos dedica una sonrisa y nos pide que por favor, le digamos a todo el mundo lo fácil que quitar los ojos de pollo de manera definitiva.

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